El sábado 1 de mayo nos juntamos todos para embellecer nuestra Iglesia con el lema «Manos a la obra«.
Trabajando todo el día, aprovechamos el mediodía para juntarnos en una mesa y compartir con todos los hermanos.
"Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano."