Juventud

Durante este período de mi vida (la juventud), muchas veces, creo que la palabra que mejor definiría mi situación, y estoy segura que la de muchos jóvenes más, es perdida. 

El abrumador abanico de opciones que se despliega ante nosotros como la elección de una carrera, saber quién soy, si fulanito o fulanita es en verdad el amor de mi vida, si tengo que hacer ejercicio, si esta o este amigo realmente es de confiar, o si estoy haciendo las cosas bien con mis padres, y todo esto pensando que tomar una opción puede llevarte a la infelicidad, con el miedo de haberte equivocado y haberte fallado a ti mismo o a los demás. 

Sí, todo esto es algo sumamente gigante a lo que tarde o temprano nos toca afrontar.

Como un grito desesperado, corremos a sujetarnos a lo primero que nos hace sentir seguros y con sensación de encajar; tal vez amistades, tal vez internet, tal vez juegos, tal vez un club,  que  luego sabemos, muy en nuestro interior, que no termina por llenar ese vacío interno aparentemente tan profundo como un túnel. 

Unas veces podemos estar arriba mismo de la montaña rusa, momentos felices, donde parece que nada podría salir mal, para que de un momento a otro, todo se desmorone en pedazos. Se nos escapa la vida de nuestras manos como arena, como cuando pasan cosas como no queremos que pasen, cuando no logramos tener el verdadero control de nuestra vida.

Para nuestra fortuna, nuestro estado de perdidos tiene una solución. Un mapa. Que guía tal cual a la salida. A un lugar de luz. Mas este mapa no promete que durante el camino no habrán más obstáculos, más pruebas o más problemas. Pero sí nos promete algo; que no estamos solos y que hay esperanza de salida. 

El mapa contiene instrucciones de como, en el caso de enfrentarnos a un obstáculo, cómo atravesarlo, cómo rodearlo o cómo evitarlo. Nos provee sabiduría de que, si es que realmente queremos salir del túnel, debemos seguir determinado camino, porque sólo hay UN VERDADERO camino. No hay dos, no hay tres, porque el túnel sólo tiene una salida y los demás, son solo para seguir dando vueltas allí adentro.

Será excelente que, mientras somos jóvenes no gastemos nuestras fuerzas en seguir dando vueltas en círculos cuando eso no nos lleva a nada. Sin embargo, si invertimos nuestras energías en cuanto antes, tomar el mapa, tomar nuestra biblia, y de verdad, seguir sus caminos, seremos libres.

«Porque yo conozco muy bien los planes que tengo para ustedes -afirma el Señor- planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de corazón. Me dejaré encontrar y los haré volver del cautiverio.»

Jeremías 29: 11-14

«Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.»

Josué 1:7-9

Nuestro Padre Celestial nos anima a que, aunque el camino parezca oscuro, Él está con nosotros, que no tenemos por qué temer.

Que solo debemos aferrarnos a Su Palabra, más aún con el gran torbellino de emociones, sensaciones y confusión que puede traernos esta etapa de la vida.

Nos insta a ser íntegros (Salmos 119:9) durante nuestra juventud, porque de esa forma, podremos salir victoriosos en Su Nombre.

Texto: Ana Paula Ojeda Alfonsi

Imágenes: Andrew Neel / Jeremy Bishop / Jens Johnsson / Wendy van Zyl (PEXELS)

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